El gin Tonic es un cóctel clásico, del cual en el blog de Té Tonic hemos hablado incontables veces. En esta ocasión, haremos un resumen sobre qué errores no se deben cometer para poder disfrutar de un combinado hecho en casa pero como si estuviese preparado por un bartender profesional.
El gin tonic ha evolucionado y se ha diversificado, dando lugar a múltiples variantes y combinaciones.Preparar un gin no es tan fácil como parece. Hay una serie de errores comunes que pueden arruinar el sabor y la presentación de este cóctel tan popular y versátil.
Por eso, en este artículo te vamos a enseñar qué errores no cometer para poder disfrutar de un gin tonic hecho en casa pero como si estuviese preparado por un bartender profesional.
Lo ideal es usar una copa de balón o una copa grande de boca ancha, ya que permiten apreciar mejor los aromas y los sabores de la ginebra y la tónica. Estas copas permiten mantener la temperatura y el gas del cóctel por más tiempo ya que tienen más espacio para el hielo y los botánicos.
No enfriar la copa antes de servir el gin tonic puede provocar que el hielo se derrita más rápido. El cóctel pierde su frescura y burbujeo.
Por ello, recomendamos meter la copa en el congelador unos minutos antes de preparar el gin tonic, o enfriar llenándola con hielo, luego vaciarla y secarla con una servilleta.
Si no preparas el cóctel con las medidas exactas, corres el riesgo de que el preparado te quede muy fuerte o demasiado aguado, obteniendo un producto sin el equilibrio y sabor necesario.
La proporción ideal es 1 parte de ginebra por 3 partes de tónica, aunque puede variar según el tipo de ginebra y gustos personales. Una técnica muy usada cuando no se tiene medidor, es contar los segundos mientras viertes la ginebra y la tónica.
¿Existe el hielo incorrecto? ¡Así es!
El hielo es un factor esencial para el gin tonic ya que ayuda a enfriar y diluir el cóctel y conservar el gas de la tónica.
De más está decir que un hielo sucio, viejo o con mal olor debe quedar fuera de escena. También evita usar hielo demasiado pequeño o triturado, ya que se derretirá más rápido y aguará el cóctel.
Entonces, el hielo ideal es uno grande, limpio y transparente, que puedes hacer en casa con agua mineral o filtrada.
Usar una tónica sin gas y/o a temperatura ambiente puede ser el error más fatal para tu gin tonic. Esto hará que el cóctel pierda su frescura y efervescencia.
Es importante que la tónica debe estar bien fría y tener suficiente gas para crear las burbujas que caracterizan al gin tonic.
Existen diferentes tipos de gin tonics: cítricos, floral, especiado. Puedes conocer los diferentes tipos de gin en este blog post.
Es recomendable que combines bien el tipo de gin con las especias y frutas que agregues a tu cóctel. Por ejemplo: si eliges un gin cítrico, puedes utilizar la infusión Yellow Citric de Té Tonic. Lo consigues en la tienda online de Té Tonic.
Hacer una mezcla adecuada entre gin y especias es ideal para no arruinar el sabor del cóctel con una combinación excesiva.
Para verter de forma correcta la tónica puedes hacerlo con ayuda de una cuchara trenzada o normal, para dirigir el chorro de la tónica por el borde de la copa, creando una capa sobre la ginebra y evitando que caiga directamente sobre ella o el hielo.
El gin tonic es un cóctel que necesita de tu tiempo y atención en los detalles. Elegir los ingredientes, botánicos y especias adecuados, con la temperatura correspondiente. Convertir este proceso en un ritual para que puedas disfrutar de un cóctel hecho en casa pero como si estuviese preparado por un bartender profesional.
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